El trauma en los genitales externos, tiene una baja incidencia. Aparece con mayor frecuencia entre varones de 15 a 40 años. Se presenta el caso de un hombre, de 32 años, aparentemente sano, con avulsión de la piel del pene, escroto, periné y pubis. El pene conservó la piel a un centímetro de la corona del glande, con integridad del mismo y cuerpos cavernosos, fascias profundas y túnica albugínea presente, con integridad de la uretra. Los testículos denudados, con pérdida total de sus capas envoltorias y desgarramiento del cordón funicular y pedículo vascular del testículo derecho. Se planificaron tres tiempos quirúrgicos: el primero para cubrir zonas cruentas en pubis y periné y conservar el testículo izquierdo marsupializándolo; el segundo para cubrir la zona cruenta en dos tercios proximales del pene, y un tercero para exteriorizar el testículo y formar la bolsa escrotal. Este fue considerado innecesario dada la evolución favorable del paciente. El resultado después de un año de tratamiento es satisfactorio en cuanto a micción, erección y penetración. El estrato hormonalemocional-afectivo y de autoestima no se vieron afectados, gracias a que la forma, ubicación y función se conservaron prácticamente normales.